Nuestro Proyecto para el curso 2017/18 trata sobre las Emociones y la Inteligencia Emocional.
Es un tema muy interesante y que los docentes no debemos dejar pasar. Nuestros alumnos, como nosotros mismos, tienen emociones que deben controlar y esa es la labor de los profesores conseguir que los niños dominen esas emociones y consigan controlarlas.
La primera competencia emocional que se trabaja en este proyecto de educación emocional es
el reconocimiento de emociones. Enseñar a los alumnos a identificar qué emoción están sintiendo para
que puedan adaptar y regular su conducta.
Es importante saber que las emociones no son positivas o negativas. Cada una de ellas cumple
una función y todas son importantes para la vida. Deberíamos hablar de emociones que nos hacen
sentir bien o que nos hacen sentir mal. Cuando una emoción nos hace sentir mal es sólo un síntoma de
que algo hay que regular o modificar con el objetivo de que aprendamos a manejar nuestros estados
emocionales.
Existen seis emociones básicas:
1. Alegría
2. Ira
3. Miedo
4. Asco
5. Sorpresa
6. Tristeza.
Todas las demás emociones, que podríamos llamar emociones complejas o secundarias, son
una combinación de al menos dos de estas emociones básicas.
SEXTO DE PRIMARIA: TERMÓMETRO EMOCIONAL.
OBJETIVOS:
- Identificar las emociones básicas.
- Asociar emociones a situaciones concretas.
- Aprender a identificar cuándo las emociones varían de intensidad.
DESARROLLO
Empezaremos explicando a los alumnos que hay veces que tenemos emociones que nos hacen
sentirnos bien y otras veces, las emociones nos hacen sentirnos mal (podemos pedir que nos pongan
ejemplos). Es verdad que a veces esas sensaciones no tienen siempre la misma intensidad. Hay veces
que nos podemos sentir un poco alegres y otras veces muy felices. Es importante ir viendo cómo la
intensidad de nuestras emociones va variando en función de las circunstancias.
Explicaremos a los alumnos que las emociones son como un termómetro. Tenemos que saber
en qué punto está nuestro termómetro emocional en cada momento, para ir ajustando la respuesta que
damos. Cada emoción tiene una escala (me puedo sentir relajado, algo nervioso, muy nervioso, a punto
de explotar). Esa escala puede representarse con un termómetro con diferentes colores para cada nivel
emocional.
Tras esta explicación, pediremos a nuestros alumnos que completen la ficha de trabajo con la
emoción que sienten en ese momento.
Es importante que esta ficha se trabaje varias veces (al menos una por semana) de tal forma
que los alumnos vayan adquiriendo la capacidad de valorar el nivel emocional que van teniendo.
Sería muy recomendable que se utilice el termómetro emocional cuando haya algún problema
en el aula.
EJEMPLO DE TERMÓMETRO EMOCIONAL.
Como vemos con este ejemplo, el termómetro va variando el color conforme aumenta el nivel
de intensidad de la emoción, pasando del azul oscuro al rojo.
Al lado de cada nivel están las preguntas:
¿Cómo me siento?
¿Cómo lo expreso?
¿Cómo me veo?
¿qué pueden hacer por mí otras personas?
Estas preguntas tienen como finalidad que el alumno pueda ir siendo consciente de la emoción,
la respuesta observable (conducta) que le lleva a desarrollar esa emoción y qué alternativa de respuesta
puede desarrollar.
Este es un ejemplo de termómetro emocional para que el maestro/a se haga una idea de qué
se pretende conseguir con esta actividad.
A continuación tiene una plantilla que puede fotocopiar y entregar a los alumnos para trabajar
en clase.
En las celdas de la izquierda el alumno debe poner cómo se siente (muy alegre, algo
alegre, bastante enfadado, etc.)
En la celda del medio (junto al termómetro) la situación en la que se encontraba
Y en la celda de la derecha qué tendría que hacer en esa situación.
Estas fichas se trabajarán como se ha explicado en el apartado de metodología.